martes, 29 de marzo de 2016

Teoría de la Mente (ToM) y Autismo

La Teoría de la Mente (Theory of Mind, ToM) se define como la capacidad de atribuir estados mentales a otras personas y a uno mismo, con el objetivo de:
  • anticipar,
  • comprender,
  • y predecir la conducta (Araya, Araya, Chaigneau, Martínez y Castillo, 2009). 
Es una habilidad “heterometacognitiva”, ya que habla de cómo un sistema cognitivo logra conocer:
  • conductas,
  • conocimientos,
  • intenciones,
  • y creencias 
 de otro sistema cognitivo (Tirapu-Ustárroz, Pérez-Sayes, Erekatxo-Bilbao y Pelegrín-Valero, 2007).

En el caso de los niños con Autismo, se habla de la ausencia de dicha Teoría de la Mente según un gran conjunto de trabajos empíricos. Esto explicaría gran parte de las deficiencias sociales y comunicativas  del Autismo (Frith 2004).

Un poco de historia

El origen de la Teoría de la Mente (ToM) está en los trabajos de Premack y Woodruf (1978) donde descubrieron que los chimpancés son capaces de atribuir a los humanos estados mentales como la intención y el conocimiento.

Más tarde, Wimmer y Perner (1983) crearon el Test de comprensión de Creencias Falsas para estudiar el desarrollo de la ToM en niños pequeños, estableciendo que el desarrollo de la ToM se produce a partir de los 4 años. 

Baron-Cohen, Leslie y Frith (1985) probaron por primera vez la hipótesis de que los niños con Autismo presentan un déficit cognitivo especifico a la hora de atribuir estados mentales con “El Experimento de Sally y Anne”, (Frith, 2003). Compararon niños de más de 3 años con desarrollo normal, Autistas y con síndrome de Down y observaron que casi todos los niños con Autismo fallaban en la prueba aunque su edad mental fuese superior a la de los otros niños. Desde entonces se consideró la evidencia de un déficit específico del Autismo en la ToM.