Hacia los 18 meses los niños son capaces de comprender que una persona puede tener deseos distintos a los suyos y entre los 2 y los 3 años se empieza a comprender la relación entre los deseos y las emociones que desencadenan, así como la relación entre el deseo y la acción.
Comprensión de la relación entre ver y saber
Entre los 3 y los 4 años, los niños con desarrollo típico empiezan a comprender como el conocimiento está estrechamente relacionado con la experiencia, es decir, entienden la relación entre ver y saber.
Comprensión de las creencias y de las creencias falsas de primer orden
La habilidad para comprender la diferencia entre creencia y realidad es crítica en el desarrollo de la Teoría de la Mente. Entre los 3 y los 4 años, los niños empiezan a emplear información sobre las creencias, verdaderas o falsas, para explicar y predecir el comportamiento de otras personas.
Distinción entre apariencia y realidad
Según algunos estudios esta capacidad se adquiere a partir de los 4 años, está estrechamente relacionada con la de creencia falsa, por lo que se utiliza en ocasiones para evaluar esta capacidad.
Comprensión inicial de las emociones
La expresión y comprensión de las emociones resulta crucial a la hora de dar sentido al contexto social y desenvolverse de manera coherente y está estrechamente relacionado con la comprensión de las creencias falsas. Su desarrollo emerge muy tempranamente durante el desarrollo infantil y entre los 3 y 4 años es cuando los niños recurren a los deseos para explicar las emociones de los demás, por lo que empiezan a entender la relación entre satisfacer o no un deseo y estar contento o triste por ello.
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